Pregúntale a un árbol cómo adentrarte
en tu propia piel,
cómo habitar el templo de barro
siendo parte del viento
que se enrosca y se despliega.
Cada respiración, una danza
que convoca el rocío matutino.
Cada año un anillo
cultivado desde el centro
de su zikr entre las estrellas
mientras corteza y hojas se desprenden
volviéndose humus
para los que vendrán.
—Lorena (2016, 2025)
No hay comentarios:
Publicar un comentario