sábado, 21 de junio de 2014

el lenguaje

el lenguaje
qué es
sino
arcilla
de los conceptos

las huellas
de cada lexema

imborrables
indivisibles
de la palabra

mas en los intersticios

vive

lo que precede

fuente

innombrable


--Lorena Wolfman © 2014

jueves, 19 de junio de 2014

la agresiva velocidad de la memoria digitalizada



La imprenta nos desmoronó la memoria— 

caracteres                  en              papel

color          crema

tomaron el lugar del pensamiento

y                la               voz.

La internet nos dio

paquetes                     de 1’s                           y 0’s

viajando al la luz de la velocidad

y el wifi

nos dio código flotando

por el aire

traspasando nuestros cuerpos
como si nosotros
fuéramos      los      fantasmas.

Es necesidad o deseo

que impulsa la inteligencia?

Es inteligencia o instinto

que impulsa el placer?


Dónde estuviste la última vez que tomabas a alguien por la mano?

Que viste su silueta enmarcada por el atardecer?

Dicen que hasta el amor
se puede hacer inalámbricamente…
Esto demuestra que el órgano sexual fue siempre la mente
o demuestra
 otra cosa? 

Si la memoria reside en el cuerpo,
será también el agente de la amnesia? 
Algo que se borra lentamente
cada vez que se pierde
la mano la nuca el vientre
del amado
cada vez que su nombre
queda sin pronunciar
o sin llegarle al oído con el cálido vaho de la boca
cada paso que se toma adentrándose
en el océano de las virtualidades…

Si nuestra historia carece de carne,
si ya no vibra,
si no tiene pulso,
es todavía nuestra?

Si nuestra historia queda relegada
a los sueños de un antepasado
cuya cabeza ni siquiera sabemos
dónde descansa,
o si se traba dentro de los caprichos de una maquina ordenadora,
podemos decir que aún es nuestra?

O será que nuestra historia
es una historia de olvido? 
Bastará el olvido?
                  Será bendición?

O es como un hoyo en el vientre?

Cómo llenar ese vacío que corre
por cada fibra
del cuerpo
que se extiende
y se confunde
en la sierra.

Es posible que algunos fragmentos se hayan escapado
de la velocidad agresiva de la memoria digitalizada.
(Respira lentamente
dales oportunidad a los sentidos hambrientos y mareados
que te alcancen.)

 ¿Escuchas ese  zumbido virtual
que jurarías ser una colmena de abejas
o el chirrido de cigarras
que alguna vez escuchaste en el bosque?

(Si es que te acuerdas…)

Pero no, claro que no, ellos no son la cosa real,
hasta la cosa real no es la cosa real,
el mundo de verdad se ha convertido en una borrosidad
que se ve desde del cristal
en la carretera
donde lo único identificable
son los enormes letreros de neón:
Coca-Cola      Nestlé      Toyota      Microsoft
Google      Visa      Apple
–– cada uno de los cuales ha sido declarado persona
aunque carezca de      cara      corazón      o patria. 

Ya todo carece de carne,
incluyendo a aquellos que sí se acordaban
pero ellos no la necesitan
nadie pronuncia ya su nombre.

La necesidad
requiere carne?

La carne
requiere instinto?

El instinto
requiere placer?

El placer
requiere inteligencia?

La inteligencia
requiere necesidad?

En cuál carretera estamos? 

Estamos siquiera allí?

Esta virtualidad que ven
les ha sido servido
en un cerrado circuito corporativo…

Pero alza la vista,
tu     sí      tienes     ojos––

aún puedes mirar

las     nubes      caminando      lentamente.


-- Lorena Wolfman © 2014


domingo, 15 de junio de 2014

Ni la lluvia es inocente

Ni la lluvia es inocente


La lluvia
que cae a la tierra
desde las corrientes
de la estratosfera
ha perdido su inocencia.
La lluvia es una mensajera
no exenta de culpa.
Ya sólo llora.
En el hemisferio Norte
no bailes en sus lágrimas
contagiadas de anaencefalia
síndromes tiroidales
inflamaciones hepáticas
y una enciclopedia
de confusiones sin nombre
que se aplicarán a la genética
para siempre.
Después
de Fukushima
y sus antecedentes
la sangre brota el agua
sale por los ojos de los peces
por la piel
de los mamíferos del mar
ya muertos en la playa.
No hay escondite
para los inocentes.
Los cambios del catástrofe
se aceleran dentro del hélice
del mismo ADN.
Un monstro bicéfalo
crece en medio de nosotros
arrastrando con sus garras
el código del libro sagrado de la vida.
Ya van cuántas hojas…
El poder
que los yanquis robaron
del dios Plutón
y sus hermanos
para domar los pueblos de la tierra
nos lleva a todos
a la chingada.
Y es más, las mariposas
han perdido el camino.


 © Lorena Wolfman 2014

Not even the rain is innocent


The rain
that falls to Earth
from the currents
of the stratosphere
has lost her innocence.
The rain is a messenger
who is not free of fault.
Now she just cries.
In the Northern hemisphere
don’t dance in her tears
they are tainted with anenacephaly
thyroid syndromes
hepatic inflammation
and an encyclopedia
of confusions without name
that will be applied to our genetics
forever.
After
Fukushima
and it’s antecedents
blood springs forth in the water
comes out of fishes eyes
out of the skin
of the sea mammals
now dead on the beach.
There is no place to hide
for the innocent.
The catastrophic changes
accelerate in the double helix
of the DNA itself.
A two-headed monster
grows in our midst
dragging with its claws
the code of the sacred book of life.
How many pages gone…
The power
that the yanquis stole
from the god Pluto
and his brothers
to enslave the peoples of the earth
is taking us all
to hell.
And what is more, the butterflies
have lost their way.


 © Lorena Wolfman 2014 


viernes, 13 de junio de 2014

CANCIÓN

SONG
      –­– After Federico García Lorca

Along the spine of the Milky Way
walk two sisters.
One was free,
the other a prisoner.
Sisters, I said,
“Where is my lantern?”
In my eyes said the free one,
under my feet said the prisoner.
And as I walked
the sunrise below the horizon
I saw two grey doves of stone
and an dark path.
Little doves, I said,
Where is my lantern?
In my eyes said the free one,
under my feet said the prisoner.
Amidst the sinew of the Southern Cross
I saw two naked sisters
one was the other
and both were one and the same.


--Lorena Wolfman © 2014

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CANCIÓN
  –– Después de Federico García Lorca

Por la columna de la Vía Láctea
caminan dos hermanas.
Una era libre,
la otra presa.
Hermanitas, les dije,
“¿Dónde está mi linterna?”
En mis ojos dijo la libre,
debajo de mis pies dijo la presa.
Y mientras caminaba
con el amanecer debajo del horizonte
vi dos palomas grises de piedra
y un camino oscuro.
Palomitas, les dije,
“¿Dónde está mi linterna?”
En mis ojos dijo la libre,
debajo de mis pies dijo la presa.
Entre los nervios de la Cruz del sur
vi dos hermanas desnudas,
la una era la otra

y las dos eran la misma.


--Lorena Wolfman © 2014

Entrada

Entering

Sometimes the way to nectar is  through breath.
Sometimes the way in is dance.

The ways of the world entice
like a mannequin dressed to kill young girls. 

Sometimes you don’t know where you’ve been nor for how long.
But you always know when you enter.



-- Lorena Wolfman © 2014

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Entrada

A veces la entrada es a través de la respiración.
A veces entramos por el baile.

Las cosas del mundo nos seducen
como el maniquí vestido para matar jovencitas.

A veces no sabes dónde has estado ni por cuanto tiempo
pero siempre sabes cuando entras.


-- Lorena Wolfman © 2014




SUR

South

heading south
nearing sunset
I feel the murmur of stone
all the land moving in slow time
the memory of ancestral oceans
sandwiched between ancient layers
once the waves lapped ashore
over there by the Joshua tree
the salt in my blood recognizes this sea
lonely and yearning lapping against time
so just where is the soul
before the stars come out?


Sur

encaminándome al sur
llegando la hora de la puesta del sol
siento el murmullo de la piedra
toda la tierra moviéndose en tiempo lento
la memoria de los océanos ancestrales
atravesando las capas de los milenios
una vez las olas  golpeaban la playa
allí donde está el árbol de Josué
la sal de mi sangre reconoce este mar
solitario y deseoso golpeando el tiempo
así que dime dónde está el alma
antes que salgan las estrellas?

--Lorena Wolfman © 2014

jueves, 12 de junio de 2014

Si cielo aconteciera una vez...

Si cielo aconteciera una vez
podría pasar desapercibido.

Un día sobre un prado abierto
destellante con el canto
de los pájaros, aparece
fuera del recinto de la ciudad.

Sólo el que estuviera presente
allí en ese momento
lo hubiera notado.

Y no podría ser tan cambiante,
ni jactarse de sus tormentas.

No podría hacer todas esas cosas
que hace con el mar.


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If the sky happened once…

If the sky happened once
it might go unnoticed.

One day over an open field
bright with the song
of birds, it appears
outside the confines of the city.

Only one who was present
there in that moment
would have noticed.

And it couldn’t be so ever changing,
nor brag of its storms.

It couldn’t do all those things
it does with the sea.


--Lorena Wolfman © 2014

México, México



Mexico, Mexico
(A poem for two voices)

We were from somewhere else  (güerita)
but sometimes I was native  (mexicanita)
and then we fled in ’68  (tlatelolco)      
left the pila comal nopales  (and the jacaranda)
left lorenzo federico xali pablo marta ceci  (and cinnamon)
left behind the dusty street the barranca the woods  (la basura)
forever left the crow inhabiting bennets head  (he said in flew into his ear)

I borrowed fuchsia                 (from the tunas and the bougainvillea)
to stain my lips                         (for crossing the desert)
where we tripped                    (over our dreams)
our dreams                                (prostrate like cadavers)
and then we waited                 (we waited).

Now I return to the place       (Mexico)
I never left                                  (though years have past).

The órganos nopales magueys               (wake up, wake up)
are echoes of the same river                                     (that flows still)
under the bridge                                        (of time).


Overhead the clouds open up  (open)
and it rains             
(rains…)



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México, México
(Poema a dos voces)

Éramos de otra parte  (güerita)
pero a veces yo era nativa  (mexicanita)
y luego huimos en el ’68  (tlatelolco)
dejamos atrás la pila el comal los nopales  (y los jacarandá)
dejamos a lorenzo federico xali pablo marta ceci  (y a canela)
se quedó atrás la calle polvorienta la barranca el bosque (la basura)
dejamos para siempre el zopilote que habitaba la cabeza de bennet  (dijo que entró por su oído).

Tomé prestado la fucsia          (de la tuna y de la buganvilla)
para pintar mis labios             (para cruzar el desierto)
donde tropezamos                    (en nuestros sueños)
nuestros sueños                        (postrados como cadáveres)
y luego nos quedamos esperando         (esperando).

Ahora regreso al lugar            (México)
que nunca dejé                          (aunque hayan pasado los años).

Los órganos nopales magueyes   (despierta, despierta)
son ecos del mismo río          (que sigue corriendo)
bajo el puente                            (del tiempo)

Arriba las nubes se abren  (abren)
y llueve      
(llueve…)