La imprenta nos desmoronó la
memoria—
caracteres en papel
color
crema
tomaron el lugar del
pensamiento
y la voz.
La internet nos dio
paquetes de 1’s y 0’s
viajando al la luz de la velocidad
y el wifi
nos dio código flotando
por el aire
traspasando nuestros cuerpos
como si nosotros
fuéramos los
fantasmas.
Es necesidad o deseo
que impulsa la inteligencia?
Es inteligencia o instinto
que impulsa el placer?
Dónde estuviste la última vez
que tomabas a alguien por la mano?
Que viste su silueta enmarcada
por el atardecer?
Dicen que hasta el amor
se puede hacer
inalámbricamente…
Esto demuestra que el órgano
sexual fue siempre la mente
o demuestra
otra cosa?
Si la memoria reside en el
cuerpo,
será también el agente de la
amnesia?
Algo que se borra lentamente
cada vez que se pierde
la mano la nuca el vientre
del amado
cada vez que su nombre
queda sin pronunciar
o sin llegarle al oído con el
cálido vaho de la boca
cada paso que se toma
adentrándose
en el océano de las
virtualidades…
Si nuestra historia carece de
carne,
si
ya no vibra,
si no tiene pulso,
es todavía nuestra?
Si nuestra historia queda
relegada
a
los sueños de un antepasado
cuya cabeza ni siquiera sabemos
dónde descansa,
o si se traba dentro de los
caprichos de una maquina ordenadora,
podemos decir que aún es
nuestra?
O será que nuestra historia
es
una historia de olvido?
Bastará
el olvido?
Será bendición?
O es como un hoyo en el vientre?
Cómo llenar ese vacío que
corre
por
cada fibra
del
cuerpo
que
se extiende
y
se confunde
en
la sierra.
Es posible que algunos
fragmentos se hayan escapado
de
la velocidad agresiva de la memoria digitalizada.
(Respira
lentamente
dales
oportunidad a los sentidos hambrientos y mareados
que
te alcancen.)
¿Escuchas ese
zumbido virtual
que
jurarías ser una colmena de abejas
o el
chirrido de cigarras
que
alguna vez escuchaste en el bosque?
(Si es que te acuerdas…)
Pero
no, claro que no, ellos no son la cosa real,
hasta
la cosa real no es la cosa real,
el
mundo de verdad se ha convertido en una borrosidad
que
se ve desde del cristal
en
la carretera
donde
lo único identificable
son
los enormes letreros de neón:
Coca-Cola Nestlé
Toyota Microsoft
Google
Visa Apple
–– cada
uno de los cuales ha sido declarado persona
aunque
carezca de cara corazón o
patria.
Ya todo carece de carne,
incluyendo a aquellos que sí
se acordaban
pero ellos no la necesitan
nadie pronuncia ya su nombre.
La necesidad
requiere
carne?
La carne
requiere
instinto?
El instinto
requiere
placer?
El placer
requiere
inteligencia?
La inteligencia
requiere
necesidad?
En cuál carretera
estamos?
Estamos siquiera allí?
Esta virtualidad que ven
les
ha sido servido
en
un cerrado circuito corporativo…
Pero alza la vista,
tu sí tienes ojos––
aún
puedes mirar
las
nubes caminando lentamente.
-- Lorena Wolfman © 2014
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