Mujer curva sacrílega súcuba venérea matacía mujer demente mujer mentira fronteriza egoísta belígera cobarde, baldonada en perfumes borracha del jugo agrio de los miserables cría vieja cruda ternura calígine piel yerma colina inhóspita, mujer escombrera ausente en la penumbra mate con que te cubres de pintura, la luz no te alcanza es un eco el ruido de la vida depósito de escoria, para tí es todo sólo y tan sólo materia orgánica. No hay honor en el honor, no hay valor en el valor, no hay razón en la razón, lacaya de sacerdotes y burócratas. Mientes la libertad es una cuestión de fe y trabajo diario media hora-cincuenta euros. Llegará una mañana en que te despiertes suave por una cálida lengua de sol mediterráneo mujer madura serena y satisfecha de tu femenino patrimonio y diez mil toneladas de carne desnuda se precipiten obscenamente sobre tu cama blanca como un alud. Entonces puta, puta o esclava debajo de toda esa carne hallarás la respuesta.
Concuerdo con Mamen que en tu sitio agradece tu visita y tan gracilmente señala lo descarnado de tu poema a pesar de su mucha carne. Gracias por visitar... y como Odile, no puedo dejar de señarlar lo que hay de insulto para la mujer en tu poema... curioso y más aún aparenciendo así nada más... pero a la voz hombril y algo socarrona y soberbia del poema que habla de sacrilegios, digo, creo que hay suficiente espacio en el universo para todos nuestros dioses y todas la expresiones (carnadas y descarnadas, espirtuales y materiales y más aún para los puntos en que estos se convergen y se hacen uno)... eso a fin de cuentas está entre los votos de la poesía... una fiesta de expresión estética y de gusto através de la cual puede fluir el alma colectivo e individual... En lo estético tu poema tiene momentos muy pero muy bien logrados. ¡Saludos!
Mujer curva
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súcuba
venérea matacía
mujer demente
mujer mentira
fronteriza
egoísta belígera
cobarde, baldonada en perfumes
borracha del jugo agrio de los miserables
cría vieja
cruda ternura
calígine piel
yerma colina
inhóspita, mujer escombrera
ausente en la penumbra mate con que te cubres de pintura,
la luz no te alcanza
es un eco el ruido de la vida
depósito de escoria,
para tí es todo sólo
y tan sólo
materia orgánica.
No hay honor en el honor,
no hay valor en el valor,
no hay razón en la razón,
lacaya
de sacerdotes y burócratas.
Mientes
la libertad es una cuestión de fe
y trabajo diario
media hora-cincuenta euros.
Llegará una mañana en que te despiertes
suave
por una cálida lengua de sol mediterráneo
mujer madura
serena y satisfecha de tu femenino patrimonio
y diez mil toneladas de carne desnuda
se precipiten obscenamente sobre tu cama blanca
como un alud.
Entonces puta,
puta o esclava
debajo de toda esa carne
hallarás la respuesta.
Concuerdo con Mamen que en tu sitio agradece tu visita y tan gracilmente señala lo descarnado de tu poema a pesar de su mucha carne. Gracias por visitar... y como Odile, no puedo dejar de señarlar lo que hay de insulto para la mujer en tu poema... curioso y más aún aparenciendo así nada más... pero a la voz hombril y algo socarrona y soberbia del poema que habla de sacrilegios, digo, creo que hay suficiente espacio en el universo para todos nuestros dioses y todas la expresiones (carnadas y descarnadas, espirtuales y materiales y más aún para los puntos en que estos se convergen y se hacen uno)... eso a fin de cuentas está entre los votos de la poesía... una fiesta de expresión estética y de gusto através de la cual puede fluir el alma colectivo e individual... En lo estético tu poema tiene momentos muy pero muy bien logrados. ¡Saludos!
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