Las palabras no se presentan
desde la inmensidad
de la existencia
del movimiento
del cielo lleno de la canción del grillo
no se presentan
desde la inmensidad de todo lo no visto
desde la oscuridad
desde el zumbido armónico y monótono
de una noche de verano
las palabras no se presentan
es sólo la fuerza de la costumbre
esta noche sólo la fuerza de la costumbre
la costumbre del lenguaje
la que traigo a esta página
en la cual garabateo en letras purpúreas
mientras la noche canturrea canturrea
canturrea
en la oscuridad sin luna
sin mente sin luna
mientras me tiendo de lado
sobre el piso de madera
del estudio Mountain Home
mientras la dama durmiente la montaña Tamalpais
yace cerca soñando en la oscuridad
y la noche sigue cantando
cantando--
© 2009 Lorena Lobita Wolfman
Wow!
ResponderEliminar¿Son tuyas estas ideas?
Como sea, están... interesantes, profundas, cadenciosas...
Un saludo,
Selín
Gracias Selin. Claro son que son mias y a la vez son la humanidad... del oceano de inteligenia en el cual todos participamos.
ResponderEliminarY sin embargo las palabras te traen envueltas en cadencias de estío, primavera, frío u otoño.
ResponderEliminarEl piso de madera refleja apenas la silueta de tus pies
Pero el alma,
pero el alma
esa, sólo la desnudas cotidianamente
en las palabras
Te leo de cuando en cuando
pero siempre, siempre, las palabras me traen el recuerdo de tu dulce y penetrante mirada en Altos Limpios
Abrazón de Alma
Vicente
Soledad de viento, de aire
ResponderEliminarsoledad oscura, vibrante
soledad sonora.